La ciudad está viva, la ciudad es un monstruo. La ciudad es la nueva naturaleza del hombre. El concreto y el humo son la tierra y el aire y la aceitel la gasolina el petroleo el ácido los líquidos que se evaporan lento en el asfalto es el agua que alimenta el territorio urbano. La ciudad es grande y cambiante, NADA es estático eterno inmortal en la ciudad, todo está dispuesto y debe ser reemplazado por los mejor. El hombre es presa depredador parásito hongo de la de si mismo. Somos la fauna del hábitat que hemos creado a nuestra imagen y semejanza. El color gris es el color de la nueva vida, los perros las palomas los gatos las ratas son quienes vienen con nosotros, las cucarachas quieren lo nuestro. EL MUNDO ES UN ÁRBOL Y NOSOTROS SOMOS ORUGAS devoramos todo para hacer nuestra seda y ser mariposas y salir y salir y sali y devorar denuevo hasta que lo infinito del infito sea gris y lizo y moderno y de vidrio

La ciudad es una cárcel, el hombre se encierra a si mismo. Debemos correr descalzos en la tierra y comer la carne aún tibia de animales casados por nosotros. Seremos libres solo cuando necesitemos calor comida agua y sexo y durmamos sobre el pasto. Lo salvaje es el mundo que vemos atravez de las barras de la cárcel urbanizada. Rompamos los modales y desnudémonos frente al sol tibio...debemos broncear nuestros genitales y que nuestros cadáveres sean comidos por los gusanos cuando estemos enterrados en la tierra y no conservados en cajas subterraneas e terrenos áridos. El mundo muere porque nos llevamos el mundo a la tumba