domingo, 6 de abril de 2008

al final no quedó ninguno. Ninguno en la calle, ninguno en los autos, ninguno en los edificios.
El primer día descanzó.
El segundo día rompió todos los vidrios.
El tercer día asaltó todos los supermercados.
El cuarto día recorió desnudo la ciudad, ahora suya.
El quinto día entró a los sistemas de la ciudad, apagó todas las cámaras
El sexto día conectó su pendrive a los parlantes de la ciudad; preparó su bicicleta, subió hasta las cima más alta de su ciudad...esperó que comenzará la primera canción
"I Fell Free-Cream"

Por las amplias avenidas voló el hombre ahora libre. Las llamas del edificio de gobierno aún no se apagaban y las llamas iluminaban el cielo, el viento movía su pelo y le pegaba en la cara, las calles vacías, los autos a los lados del camino, la universidades en ruinas, las oficinas llenas de animales, sin reglas sin leyes sin orden, las iglesias los templos eran edificios ¡nada más!.
El hombre libre jugó golf con las cabezas de los jugadores de golf, con su nueva jauría de perros destrozó a los pequeños animales blancos. Los restos de pekineses cubrieron los suburbios.
Grito desde la cima de los edificos más altos y cagó en los despachos de los poderosos.
El único hombre en la tierra con un mundo solo para él. El único hombre en la tierra, el único hombre LIBRE

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