lunes, 2 de marzo de 2009

A lo lejos los sonidos de la ciudad en crecimiento. Las construcciones invaden la ciudad y las grúas recortan el atardecer en el horizonte, los primeros vientos fríos del otoño llegan a la ciudad. El verano se despide silencioso pero brutal. Estos últimos días de vacaciones Manuel los ha pasado recorriendo su habitación, su casa, su barrio, su ciudad como un fantasma. El verano hastía pronto, se acaba la novedad con la séptima ida a la playa y las sandías se pudren lentamente en el refrigerador. Manuel está sentado frente a la máquina de escribir fumando un puro en la terraza, no ha escrito nada que valga la pena y solo se concentra en como baila el humo que exhala. La novela que comenzó en enero descansa agotada luego del primer capítulo.
Las mujeres lo han eludido elegantemente algunas y violentamente todo el resto. Lo que ha hecho que la barba y la panza le crezcan “malditas, malditas todas” dice en voz alta, el único que lo escucha es su perro que se lame bajo la mesa. “Me gustaría estar bajo la mesa lamiéndome” piensa saboreando su café que se le acaba “dos cucharadas de café, dos de azúcar y una de leche” le pide a los oídos sordos del fox terrier pelo de alambre. Manuel decide que si él no lo hace nadie le hará su café. Camino a la cocina escucha a sus padres, porque Manuel vive con sus padres y hermano, otro punto en contra de conseguir mujeres, además de ser un maldito escritor (no un escritor maldito) cesante. En la cocina prende el televisor, porque las familia como la suya necesitan un televisor en el lugar donde comen; en la pantalla está uno de esos programas juveniles donde gente hermosa la pasa mejor que uno, en una fiesta televisada para todos los pobres perdedores dispuestos a mamarse más de dos horas viendo un programa de ese tipo. Manuel es demasiado amargado como para verlos y demasiado resentido socialmente (no resentido social, sino resentido socialmente) como para soportar el ver gente hermosa pasarla bien.

1 comentario:

Diaboletta dijo...

yo no puedo disfrutar viendo gillmore girls por ej
odio que sean mama e hija y se lleven mejor que yo con mi madre

pero no se si eso es resentimiento social puro