domingo, 2 de mayo de 2010

Colillas Rojas

y luego de las risitas algo hizo click en ella, dio una calada a su marlboro, una profunda inspiración, sin perder de vista mis pupilas y luego, exhalandolo todo en mi cara subió una ceja y dijo "y ahora qué?" amenazante y coqueta, poniendo una trampa que me guiaría hacia donde verdaderamente quiero ir. Ahí es donde se detiene el tiempo. Y yo me quedo paralizado, intentanto diferenciar entre el humo de su cigarro y su perfume. Imaginando lo que sería capaz de hacerle si tan solo fuese capaz. Así, por toda la eternidad

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